Entre 50% y 90% de tipos de cáncer de piel son originados por el sol.
Desde hace 30 años, los casos de pacientes con melanoma han aumentado significativamente
En las vacaciones existen múltiples opciones, sitios o lugares para viajar, compartir en familia o disfrutar de las diversas alternativas que se ofrecen dentro y fuera del país. En muchos de estos lugares, como la playa o la montaña, está presente el factor solar, siendo éste el principal causante de la aparición de cáncer en la piel.
La piel está compuesta básicamente por melanocitos, los cuales son células pigmentadas de la piel que le dan su color distintivo; por su parte, la melanina es el pigmento que oscurece la piel. La luz solar estimula a los melanocitos a producir más melanina, aumentando así el riesgo de padecer melanoma.
El cáncer de piel, o melanoma, puede comenzar como una formación cutánea, nueva, pequeña y pigmentada que aparece sobre la piel normal, comúnmente en las áreas expuestas al sol; sin embargo, también puede originarse en lunares pigmentados preexistentes.
Un melanoma que se extiende puede llegar a afectar a otros órganos, lo cual puede traer como consecuencia, que el cáncer se prolongue a otras áreas y se genere metástasis.
Ante la presencia de un lunar sospechoso, la recomendación es visitar a un dermatólogo.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el año 2000, en todo el mundo se diagnosticaron 200.000 casos de melanoma maligno y se produjeron 65.000 muertes relacionadas con este tipo de cáncer.
El melanoma se puede presentar a cualquier edad; sin embargo no es frecuente que se reporten casos de cáncer en la piel durante la infancia. Aparece tanto en hombres como mujeres, pero predomina en el sexo masculino. Adicionalmente, las personas de piel clara tienen un riesgo más elevado de padecer un melanoma, que las de piel oscura. Sin embargo, toda persona, sin importar si es hombre, mujer, ni el color de su piel, deben cuidarse de los efectos de los rayos ultravioletas.