Los adolescentes y su imprudencia frente al sol
La exposición a los rayos ultravioleta (UVB y UVA) del sol es el factor de riesgo más importante para desarrollar cáncer de piel. Así, el 90% de los casos de melanoma de desarrollo esporádico se deben a la exposición solar y solo el 10% a condicionantes genéticos. Esto significa que, con una protección adecuada frente al sol, este cáncer de piel tan maligno se podría evitar en un porcentaje muy importante de casos, de la misma forma que, si se dejara el tabaco, se podrían prevenir la mayoría de los tumores pulmonares.
Sin embargo, los adolescentes no son conscientes de lo perjudicial que resulta la exposición reiterada al sol. De hecho, el 74% dice haber sufrido quemaduras solares durante el último verano, según un estudio llevado a cabo en 270 menores de entre 14 y 17 años de la Costa del Sol, informa la AEDV.
De ahí que la campaña Euromelanoma se haya dirigido este año a la adolescencia por dos razones: porque, según encuestas epidemiológicas, es un segmento de población que, con frecuencia, se relaja, tiene más actividad social y se descuida; y porque la piel tiene memoria y la prevención debe iniciarse en la etapa infantil. No tiene sentido lanzar una campaña para empezar a prevenir este cáncer a partir de los 50 años.
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