Enfermeras jubiladas participarán como voluntarias en un programa que impulsa el Hospital Clínic de Barcelona para prevenir los efectos adversos cutáneos en pacientes en tratamiento oncológico.
El programa se denomina "Piel sana", y hoy ha sido presentado en Barcelona en el marco de la jornada "En la piel del paciente oncológico. Abordaje holístico de nuestros pacientes", organizada por los Servicios de Dermatología y Oncología del Clínic junto con el laboratorio dermatológico La Roche-Posay, marca que colabora también en esta iniciativa.
En la presentación han participado el doctor Antoni Castells, director médico del Hospital Clínic; la doctora Susana Puig, jefa del Servicio de Dermatología; Maria Mateu, jefa de Responsabilidad Social Corporativa del Clínic; y Patricia Sarasúa, directora de La Roche-Posay.
Durante el tratamiento del cáncer dos de cada tres pacientes tienen efectos secundarios cutáneos que afectan a la piel, el cabello y las uñas, aunque dependen del tratamiento de cada persona y de la reacción que tiene al mismo.
"Es posible equilibrar estos cambios cutáneos y aliviarlos con un cuidado apropiado de la piel", ha explicado hoy la doctora Susana Puig.
Para desarrollar el programa, se ha formado a enfermeras voluntarias y ya jubiladas del servicio de Dermatología del Clínic, que forman parte de la asociación Amics del Clínic, en los cuidados que requieren los pacientes con cáncer que están en tratamiento.
Así, los pacientes realizan una sesión de una hora de duración con las voluntarias, que les ayudan a cuidar la piel para sentirse mejor.
agencia EFE
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