jueves, 11 de julio de 2013

Cómo proteger la piel en verano

Cómo proteger la piel en verano

El sol puede ser tu gran aliado o tu peor enemigo. Dependerá de cómo cuides y protejas tu piel en verano para evitar problemas a largo plazo y disfrutar con seguridad, de los beneficios que te ofrece el sol.

Consejos:

1. Empezamos por un clásico: tomar el sol, sí, con precaución y prudencia pero se deben evitar las horas centrales del día (entre las 11 y las 17 horas).

2. El factor de protección debe ser elegido de acuerdo con el tipo de piel. En general, se recomienda usar como mínimo uno con 50 de FPS. Además, deben aplicarse de 30  minutos antes de iniciarse la exposición al sol, ya que son eliminados por el sudor y el agua, y cada hora, depende de los baños.

3. Respecto a la alimentación, debe moderarse el consumo de carnes y priorizarse el consumo de frutas y verduras, alimentos ricos en vitaminas antioxidantes como la A, C y E. Esta última es una de las más importantes para el cuidado de la piel, ya que previene la degeneración celular, ayuda en el proceso regenerativo en caso de cicatrices y acné, contribuyendo al aumento del flujo sanguíneo de la piel. Está presente en aceites, frutos secos, en pescados y camarones y en vegetales como el brócoli, la espinaca, los espárragos, el tomate o la zanahoria. Además, incrementar el consumo de agua resulta fundamental.

4. Hay una serie de grupos que, según los estudios, tienen más propensión a padecer cáncer de piel y sufrir los efectos negativos del sol: los de piel y ojos claros, quienes se exponen de forma prolongada al sol, los que durante la infancia han tenido episodios de quemaduras solares, quienes tienen historia personal o un familiar directo con cáncer de piel y las personas que presentan muchos lunares. Toma nota de cómo evitar el cáncer de piel.

5. Resulta indispensable mantener la piel hidratada mediante cremas y aceites que permitan recuperar la humedad perdida. Lo importante es que tengan propiedades hidratantes y emolientes, lo que permite recuperar el agua.

6. Después de bañarse en piscinas con cloro es recomendable darse una ducha para hidratar la piel. Se puede usar un jabón de PH normal o levemente ácido, que contribuyen a no contraer ninguna infección dermatológica.

7. Debes evitar la ropa que pueda causar alergias y los materiales que favorezcan la aparición de hongos. Lo más recomendable: la ropa ligera que cubra la mayor parte del cuerpo.

8. Un clásico que no es conocido por todos: también hay que protegerse los días nublados porque los rayos del sol pasan a través de las nubes.

9. Las horas de sueño son muy importantes: las células se producen y recuperan su fuerza cuando se duerme, ayudando a mantener la piel en buen estado. Si tienes problemas de insomnio puedes leer el decálogo para combatirlo y disfrutar de un sueño reparador.

10. Debido a la exposición al sol y a la acción de la sal y el cloro, es necesario un proceso diario de recuperación de la dermis, y podemos conseguirlo gracias a productos que contengan antioxidantes.

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