lunes, 5 de agosto de 2013

Comer pescado azul dos veces a la semana reduce el riesgo de padecer cáncer de piel

Los ácidos grasos Omega 3 destruyen las células cancerígenas de los tumores de piel, según un estudio. El descubrimiento puede facilitar el desarrollo de aerosoles que permitan disminuir el número de casos
 
El hallazgo podría incluso conducir a la elaboración de aerosoles o geles que contengan las moléculas que eviten nuevos casos. Las investigaciones han descubierto que los ácidos grasos Omega 3 provocan la destrucción de células cancerígenas tanto en etapas tempranas como tardías de la enfermedad.
 
El ácido graso Omega 3 inhibe selectivamente el crecimiento de las células malignas con unas dosis que no afectan a las células benignas. Este es un nuevo mecanismo de acción de estos ácidos grasos.
 
Por ello, los expertos recomiendan comer pescado al menos dos veces a la semana, incluyendo una porción de pescado graso. El hallazgo publicado en la revista Carcinogenesis sugiere que el tratamiento podría ser utilizado para la prevención de ciertos tipos de cáncer de piel y también orales.
 
Los ácidos Omega 3 poliinsaturados no se pueden suministrar por los seres humanos en grandes cantidades, por lo que se deben adquirir a través de la dieta. Al igual que el pescado, las semillas de lino y las nueces también son una buena fuente de la molécula, que también ha quedado demostrado que previenen enfermedades cardíacas.
 
Los investigadores estaban estudiando un tipo particular de cáncer llamado carcinoma espinocelular, también conocido como epitelioma espinocelular o espinalioma, una de las principales formas en las que se manifiesta la enfermedad.
 
Las células escamosas son la parte principal de las capas más externas de la piel, y también se producen en el revestimiento del tracto digestivo, los pulmones y otras áreas del cuerpo.
 
Aunque las investigaciones previas ya habían relacionado los ácidos grasos Omega 3 con la prevención de varios tipos de cáncer, ha habido muy poco trabajo realizado sobre los cánceres orales o las células no cancerígenas.
 
Las personas con un mayor riesgo de padecer este tipo de cáncer podrían beneficiarse del aumento de los ácidos grasos Omega 3 en su dieta. Por otra parte, ya que los cánceres de piel son a menudo fácilmente accesibles, en un futuro se podrían suministrar dosis localmente seleccionadas a través de aerosoles o geles. Sin embargo, se necesita continuar la investigación para definir las dosis terapéuticas apropiadas.

viernes, 2 de agosto de 2013

 Con el fin de combatir el cáncer de piel, uno de  los grandes peligros del verano, hay una serie de aspectos a cuidar. Aunque cientos de veces repetidos, al final son pasados por alto.

Lo primero, tomar el sol con prudencia.
Segundo, usar protector solar adecuado
Pero un  aspecto que a menudo se descuida, y puede ser  de gran importancia, es la alimentación y la dieta.

Todavía estamos lejos de una auténtica concienciación de los peligros del sol en el verano. Los efectos no suelen ser visibles de forma inmediata y eso conlleva a la relajación. Pero, a largo plazo, los efectos del sol son devastadores.

Apostar por una dieta sana y equilibrada es un consejo no solo valido para prevenir cualquier tipo de cáncer sino para evitar todo tipo de enfermedades y desequilibrios en nuestro organismo. Pero sobre todo en verano, en donde el sol se convierte el auténtico protagonista  del ocio, es cuando contrarrestar algunos efectos excesivos con una dieta adecuada es el mejor consejo a seguir. Para muchos la clave consiste en apostar por alimentos ricos en antioxidantes, y al mismo tiempo, alimentos que contengan todo tipo de vitaminas especialmente C y E.

También puede ser  una medida inteligente aprovechar esta época veraniega para comenzar a probar con algún tipo de complejo nutricional como  el Ciaga como el Jade verde son dos de los mejores antioxidantes que podemos encontrar, amén de otro tipo de beneficios añadidos. El primero aporta en un pequeño vaso los nutrientes y las frutas y vegetales necesarios al día para una correcta dieta.
 
 

miércoles, 31 de julio de 2013

Félix Mantilla: «Nunca pensé que el sol podía hacer tanto daño»

Félix Mantilla: «Nunca pensé que el sol podía hacer tanto daño»

Un 5 de mayo de 2003, sobre la arcilla de Roma, un jubiloso y eufórico deportista español alzaba sus brazos al cielo de la ciudad eterna.

Acababa de lograr el mayor hito de su carrera: ganar un Master Series frente al mejor jugador de tenis de la historia, Roger Federer. Este gran triunfo en la central del Foro Itálico era el merec...ido premio a una sacrificada y exitosa carrera en la que ya relucían nueve títulos en su palmarés y una semifinal de Roland Garros.

Aquel soleado y exultante domingo primaveral de principios de siglo, ni Félix Mantilla ni ningún amante de la raqueta se podían imaginar el duro revés que la vida guardaba al campeón catalán.

«Yo soy de un fototipo de piel clara. Por eso, desde que un año me quemé en el Open de Australia, mi dermatólogo Joseph Malvehy me advirtió que tuviera mucho cuidado con el sol. En una de mis visitas rutinarias, en noviembre de 2005, Joseph vio una peca en la espalda que no le hizo mucha gracia. Decidió que lo más adecuado era hacerme una biopsia…»

Ahí empezó su vía crucis. El especialista le comunicó que era un melanoma: el cáncer cutáneo más agresivo y mortal. Por encima de cualquier otra cualidad, el extenista catalán de 36 años es una persona muy positiva y valiente.

Escudado en su optimismo y madurez transmitió la desgracia a sus allegados: “Fue bastante gracioso. Llamé por teléfono a mi hermana y le avisé de que tenía que hablar con la familia para darles una noticia importante. Ella se emocionó y me preguntó si era que me casaba o que iba a ser padre. Entonces, para evitar malentendidos, le dije que juntara a la familia y así comunicar la noticia en persona».

Miedo y esperanza

Faltaba una segunda biopsia y era pronto para saber hasta dónde llegaba el jaque del destino: «Esta vez no fui solo. Mis padres me acompañaron a por los resultados. Recuerdo que la cita era a las seis de la tarde. Pasaban los minutos y nadie nos llamaba. Seis y cuarto, seis y media, siete menos cuarto. Nos tem’amos lo peor. Por fin a las siete vino Joseph y, afortunadamente, con una buena nueva».

No estaba extendido. El melanoma se había detectado a tiempo. El diagnóstico precoz le salvó la vida. La esperanza apretaba más fuerte que el miedo. La incredulidad se diluía frente al arrojo. La tristeza se retiraba para luchar con determinación.

La entereza de Mantilla fue decisiva para salir adelante. El cáncer estaba en su fase inicial. No fueron necesarias ni quimio ni radioterapia. Pero sí dos delicadas intervenciones quirúrgicas que neutralizaron por completo aquel melanoma y cualquier atisbo de agravamiento: «Soy una persona muy fuerte mentalmente. Tengo claro que la vida no es de color de rosa y por eso desde el principio me tomé toda esta pesadilla aceptando con sensatez cualquier novedad. Lo que tenga que pasar, pasará, me decía. Preocuparse por algo que a lo mejor no tiene solución es tontería. Si te ha tocado, te ha tocado. Yo tuve la suerte de dar con Joseph. No es nada sencillo detectar un melanoma en su fase inicial, y él lo hizo. Me siento afortunado».

Tras pasar por las manos de Malvehy, una eminencia mundial en lo que a cáncer cutáneo se refiere, Félix se somete a revisión cada tres meses.

El partido más importante de su vida empezó con set en blanco en contra, pero, como el gran jugador que fue, supo reponerse y remontar hasta llevarse la victoria final.

Pero Félix no se conformó con este triunfo. Todavía tenía retos muy importantes por delante. Casi dos años después de ser diagnosticado de cáncer, regresó a las pistas.

Solo fueron unos cuantos torneos, pero el volver a sentirse tenista no tenía precio. En abril de 2008 decidió dejarlo definitivamente.

Su fundación

En adelante, volcaría todos sus esfuerzos en la Félix Mantilla Foundation, un ilusionante proyecto recién estrenado en 2011.

«Desde que supe que tenía cáncer ya empecé a darle vueltas a lo de la Fundación. El objetivo es concienciar y educar a la gente, sobre todo a los niños, del peligro de exponerse al sol sin la prevención adecuada; desarrollar programas de investigación acerca del melanoma y del cáncer de piel; e intentar fomentar la realización de deporte seguro si este se lleva a cabo bajo el sol».

El catalán reconoce que es un sueño cumplido el poder ser útil y evitar sufrimientos como el que él padeció y que no siempre tienen final feliz: «Yo fui un ignorante. Nunca pensé que el sol te podía hacer tanto daño. Por eso creo que enseñar a la gente unos hábitos de protección solar es necesario. El objetivo es llevar la Fundación a todo el mundo y aportar nuestro granito de arena a la lucha contra el cáncer de piel».

Expertos aconsejan modificar la definición del término "cáncer"

Expertos aconsejan modificar la definición del término "cáncer"

La iniciativa surgió de especialistas para restringir el alcance de la palabra y así eliminarla de determinados diagnósticos, con el fin de que los pacientes no sientan temor y busquen tratamientos a veces innecesarios

La propuesta de los especialistas del National Cancer Institute fue publicada ayer en The Journal of the American Medical Association y da el ejemplo de una condición llamada carcinoma ductal in situ. Varios médicos consideran que la afección, que afecta a los senos, es premaligna y no es cáncer, por lo que proponen quitar la palabra "carcinoma" del diagnóstico.

De esta forma, se evitaría que la paciente que la sufre sienta miedo ante el término y que ese temor la lleve a buscar tratamientos agresivos que no necesita, según informa el diario The New York Times.
En este sentido, los especialistas afirmaron que varias de las lesiones que se detectan en cánceres de mama, próstata, tiroides y pulmón, entre otros, no deberían llamarse "cáncer", sino calificadas como "lesiones indolentes de origen epitelial" (IDLE, por sus siglas en inglés).

La iniciativa tiene como objetivo cambiar la perspectiva que médicos y pacientes tienen del cáncer, dado que existe una preocupación creciente entre los especialistas de que muchas personas se someten a tratamientos innecesarios o dolorosos porque sufren condiciones premalignas o muestran lesiones con un crecimiento tan lento que nunca llegarían a causar daños.

Asimismo, los especialistas oncológicos han advertido acerca del "sobrediagnóstico", por el cual, al encontrar "incidentalomas" –una lesión de forma incidental durante un análisis del paciente–, se busca rápidamente realizar una biopsia, tratarlo y removerlo, por lo general con un costo emocional y físico del paciente en cuestión.

Por ello, los especialistas buscan modificar el lenguaje utilizado para hablar de determinadas condiciones. La doctora Laura Esserman, la autora principal del artículo que apareció en The Journal of the American Medical Association, y sus colegas dijeron en su informe que un panel multidisciplinario, integrado por  patólogos, cirujanos, oncólogos y radiólogos, entre otros, estudiarán la cuestión.

Cambiar el lenguaje que usamos para diagnosticar varias lesiones es esencial para dar a los pacientes confianza en que no es necesario tratar de forma agresiva cada lesión que se encuentra durante un chequeo", sostuvo la especialista.

Sin embargo, ya hay quienes manifestaron estar en contra de la propuesta. Algunos especialistas plantearon que los médicos no tienen la certeza de qué lesiones no provocarán daños y cuáles evolucionarán hacia un cáncer, en referencia al ejemplo del artículo sobre el carcinoma ductal in situ. Por ese motivo, tienden a tratar las lesiones agresivamente, aun cuando podrían ser no malignas.
Sin embargo, aun aquellos que se oponen a la iniciativa coinciden en que es necesario mejorar la comunicación con el paciente, aunque destacan que no se puede cambiar "cientos de años de literatura modificando repentinamente la terminología".

martes, 30 de julio de 2013

Cabinas de bronceado -UVA-

CABINAS DE UVA

¿Preparan la piel para el bronceado? FALSO
Es un error muy frecuente creer que el uso de estas cabinas no es dañino o que es bueno hacer sesiones de rayos antes de la temporada de baños para “preparar” la piel. La radiación ultravioleta provoca modificaciones en el ADN celular y estas alteraciones provocan cáncer.

¿Tiene los mismos riesgos que el sol? FALSO
 Son mucho mayores. La intensidad de radiación ultravioleta que emiten es 15 o 20 veces más concentrada que la solar y por ello mucho más perjudicial. A corto plazo puede provocar reacciones alérgicas y quemaduras (que multiplican el riesgo de cáncer cutáneo); acelera el envejecimiento cutáneo con aparición de manchas y pérdida de la elasticidad. Además, no tienen ninguno de los grandes beneficios que obtenemos del sol. Los rayos artificiales no contribuyen a elevar nuestro estado de ánimo, ni a sintetizar la vitamina D.

¿Las cabinas de bronceado son causa directa de cáncer? CIERTO
 La Organización Mundial de la Salud las incluye de manera oficial entre los agentes cancerígenos (igual que el tabaco, por ejemplo). Los estudios le dan la razón: de los 63.942 nuevos casos de melanoma que se diagnostican cada año en Europa, casi 3.500 están relacionados con el uso cabinas. En España se diagnostican cada año 5.000 nuevos casos de cáncer de piel, y se estima que uno de cada seis españoles lo padecerá a lo largo de su vida. El uso de camas solares aumenta el riesgo en un 20% (en un 87% si la exposición tiene lugar antes de los 35 años).

lunes, 29 de julio de 2013

El sol y los niños

El sol y los niños:
En salud, hay cosas en las que debemos ser reiterativos hasta ser pesados. Sí, el sol en verano puede ser dañino para la piel y más en el caso de los niños. Necesitan más protección y aún más los rubios, de ojos azules y con piel clara.
Los primeros 20 años son el periodo que más influye en el envejecimiento cutáneoLos rayos solares tienen, sobre todo, radiación ultravioleta A y B.

El sol, a corto plazo, produce enrojecimiento y bronceado de la piel por el incremento de la síntesis de melanina. A largo plazo, está comprobado que la exposición solar acumulada aumenta el envejecimiento cutáneo y el riesgo de cáncer de piel.

Las primeras dos décadas de vida, durante la infancia y hasta los 20 años, es el periodo en el que más influye tanto en el envejecimiento cutáneo como en el desarrollo de cáncer de piel en la edad adulta.

En este sentido, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) nos recuerda que utilizar un fotoprotector adecuado durante los primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78% el riesgo de cáncer cutáneo en la edad adulta. En días nublados la radiación ultravioleta traspasa las nubesLos niños son más susceptibles que los adultos a las radiaciones ultravioletas, de ahí la importancia de tomar medidas de fotoprotección más intensas en la edad infantil y juvenil.

 Los bebés, cuando nacen, no tienen el sistema de defensa de la piel completamente desarrollado y por ello las medidas de precaución ante el sol deben ser extremas, hasta el primer año de edad, los bebés no deben ser expuestos al sol de forma directa. A partir de entonces, es necesario protegerles tanto con medidas físicas, gorro, gafas y ropa, como con crema solar de filtro físico, estos fotoprotectores son menos irritantes y no son sensibilizantes.

A partir de los tres años, se recomienda una protección total infantil además de las medidas física y evitar siempre la exposición en las horas centrales del día, de 12 a 16 horas, y reaplicar bien la crema cada dos horas. Es necesario recordar que en los días nublados la radiación ultravioleta traspasa las nubes.
La protección solar es responsabilidad de los padres y deben tener conciencia. Es un tema de estar concienciados, de educación. La protección solar de los niños es responsabilidad de los padres y son ellos quienes deben tener conciencia de los daños que le puede ocasionar a la larga una exposición solar intensa durante la etapa infantil.

Si no se siguen seriamente las recomendaciones indicadas es sencillo que se produzcan quemaduras y, por tanto, deshidratación. Es fundamental recurrir a la toma de líquidos vía oral, un aporte tan importante para el organismo como la hidratación tópica.
Se pueden aplicar corticoides tópicos a niños si es necesario, cremas antiinflamatorias, mucha hidratación y rehidratación con líquidos y, en el caso de que el niño sufra mareos, se recomienda acudir a urgencias.

miércoles, 24 de julio de 2013

Vitamina D

Cáncer de piel y vitamina.

En los primeros años de siglo se alertó sobre el déficit generalizado de vitamina D y su posible asociación con varias enfermedades. Esta vitamina se produce en la piel a partir del colesterol por acción de la luz ultravioleta de los rayos del Sol. Antes de que sea una molécula biológicamente activa, todavía tiene pasar por el hígado y el riñón, donde le añaden o quitan cosas. Entonces ya puede ejercer su papel hormonal.
Se creía que su función era exclusivamente la regulación del metabolismo del calcio y el fósforo. Así es como contribuye a la formación y mantenimiento de los huesos. Hoy se le atribuyen un sin número de funciones. La más conocida es la prevención de la osteoporosis, también se piensa que puede evitar caídas en los ancianos a través de la mejora de la función neuromuscular, pero no hay suficientes pruebas a pesar de los cuantiosos intentos para demostrarlo. Con menos sustento se especula sobre su posible efecto protector contra algunos cánceres, especialmente de intestino, próstata y mama, como regulador de la tensión arterial y de la respuesta inmune y, por no alargarme, como un elemento potencialmente protector de la enfermedad cardiovascular.
La piel de los humanos y el sol han llegado a un equilibrio gestado a través de los siglos. Los rayos ultravioleta que son necesarios para la síntesis de la vitamina D son también la causa del cáncer de piel. La selección natural en los lugares de gran exposición solar fue dando prioridad reproductiva a los seres humanos que fabricaban mucha melanina, mientras en las zonas de la Tierra donde los rayos ultravioleta escasean y llegan oblicuos seleccionó seres humanos que apenas la fabrican. No sé si el prestigio de la piel clara tiene que ver con las invasiones indoeuropea que llegaron a Grecia aproximadamente en el año 1500 a.C. trayendo consigo una forma de vida que canta Homero, rememorando la época dorada de las epopeyas. Como vencedores de los pueblos semitas, los héroes de ojos y piel claros establecieron la norma que todavía hoy predomina. La blancura de la tez que indicaba que procedían de esos pueblos arios y que demostraba que no tenían que someterse a las inclemencias del tiempo como los pobres campesinos.
El sol que está estos días en el cenit, lanza sus rayos perpendiculares sobre la Tierra, que penetran como agujas en nuestra piel. No es porque estemos más cerca, en el otro solsticio, en el de invierno, estamos exactamente a la misma distancia, pero entonces, como la Tierra rota inclinada, recibimos los rayos de sol tan oblicuos que apenas calientan. Cuanto más penetren, más reacciona la piel: sus células se activan para producir melanina que la proteja. Cuando no la producen, o producen poca, los rayos ultravioleta tienen más oportunidades de dañar la estructura del ADN, como lo hacen los rayos X y provocar el cáncer de piel. Es el más frecuente en los países occidentales, pero no es -ni mucho menos- el que más mata. De hecho, la mayoría de ellos sólo producen lesiones en las partes expuestas, que se tratan con bastante éxito. Son los cánceres de células basales y células espinosas. Pero hay uno, el melanoma, que es muy letal. Éste, cuya incidencia en algunos países aumenta a velocidades inquietantes, no está claro qué relación tiene con la exposición solar.
La vida transcurre hoy en día en el interior. De nuestras casas al trabajo, muchas veces en coche o autobús, el tiempo libre cada vez más secuestrado por las pantallas. Cada vez nos exponemos menos al Sol: quizá tengan razón los que defienden la toma regular de vitamina D porque nuestros ancestros vivían al aire libre y no creo que hayamos seleccionado genes que nos hagan más eficientes al fabricarla. Esa selección ya se hizo, como he comentado. Las personas de piel oscura están en desventaja en la vida urbana moderna.
Pero ahora, ya en pleno verano, llega el momento de tomar el sol. Recibimos en pocos días dosis brutales. Esos beneficios potenciales de mejorar nuestros niveles de vitamina D se pierden ante el claro riesgo de cáncer de piel. Debemos ser cautos. La protección solar mediante cremas probablemente prevenga los cánceres escamosos, no está claro que lo hagan del carcinoma de células basales ni, mucho menos, del melanoma. Lo que cada vez inquieta más es que la sensación de estar protegido invite a tomar el sol largas horas. Todo indica que la dosis de sol que se recibe en una sesión es lo más peligroso. Desde luego, hay que utilizar cremas protectoras, pero lo más importante es evitar los baños de sol prolongados. Conviene pasar buena parte de la jornada a la sombra, combinado con cortos períodos de exposición solar. Si está más tiempo a la intemperie utilice sombrillas, sombreros o ropa.